Jon es descrito como un muchacho con los rasgos propios de los Stark, complexión delgada, cara alargada, ojos color gris y pelo castaño oscuro.
Jon creció como un norteño más, y adquirió de varias maneras los valores del honor, a los que intenta apelar incluso cuando se enfrenta a decisiones complejas y moralmente ambiguas. Idolatra a Lord Eddard, pero se siente frustrado por su negativa a nombrar o hablar de su madre. Tiene un punto de vista perceptivo y observador, mostrando valentía, ingenio y agilidad de pensamiento durante su tiempo en el Muro, llegando a ser un líder natural y en la Guardia de la Noche.
Mientras vivía junto con los niños Stark, Jon dijo una vez que, como bastardo, "creció más rápido" que sus hermanos. La experiencia de madurar bajo una posición de hijo ilegítimo le hizo algo resentido, con un profundo deseo de probarse a sí mismo. A pesar de su actitud sombría, tiene una estrecha relación fraternal con Arya, quien también entiende cómo se siente, al ser eclipsada. Jon se desenvuelve como un jinete experto y un buen espadachín, siendo entrenado con espadas "desde que empezó a caminar". También se dice que Jon es mejor que su medio hermano Robb con la espada. Es partidario de la fe de los Antiguos Dioses.
Más adelante, Jon descubre que al igual que su hermano Bran, es un cambiapieles, y por lo tanto puede tomar el control de Fantasma cada vez que abre su "tercer ojo". También, al igual que muchos otros personajes de la saga, de vez en cuando tiene sueños que parecen ser proféticos.
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