sábado, 9 de mayo de 2020
309 Heidi
Heidi es una niña que, huérfana desde muy pequeña (y cuyo nombre verdadero es igual al de su madre, Adelheid [Adelaida]), queda al cuidado de su joven tía Dette. Apenas la mujer encuentra una buena oportunidad de trabajo, lleva a la niña a vivir a la aldea de Dörfli (literalmente en el dialecto suizo alemán “pueblito”), en la comuna suiza de Maienfeld con su abuelo, a quien no conocía, y a quien los habitantes llamaban "El Viejo de los Alpes", por ser casi un ermitaño.
Heidi es cautivada por la vida en los Alpes, donde lleva un contacto directo con la naturaleza. Ahí conoce a Pedro, un chico que se encarga de pastorear a las cabras de los aldeanos, quien se convertirá en el mejor amigo de la pequeña y en su compañero de aventuras. Heidi vive feliz, pero alejada de la sociedad, pues su abuelo se niega a que acuda al colegio. La pequeña entabla sin embargo una gran amistad con la abuela y la madre de Pedro.
Un año después de terminada la primera novela, apareció la segunda parte, De nuevo Heidi, que narraba las aventuras de la niña, alejada de las montañas por su tía, quien la había hecho contratar para hacer de damita de compañía de una niña inválida en Alemania, llamada Klara Sesemann. Klara forma parte de una de las familias más importantes de Fráncfort, y sufre una vida de encierro, únicamente acompañada de la servidumbre y de la Señorita Rottenmeier, quien ejerce como su tutora, ya que tanto el padre como la abuela de Klara permanecen poco tiempo en la ciudad por motivos de negocios. El encierro y la rigidez en la educación terminan por deprimir a Heidi, pero crea fuertes lazos de amistad con Klara y su familia. El padre de Klara, consciente de la depresión de Heidi, decide enviarla de regreso a los Alpes suizos.
Heidi cambiaría la vida de la familia de Klara. Poco tiempo después de la partida de su amiga, Klara es enviada a visitarla a los Alpes, donde en medio de los bellos paisajes y rodeada por el cariño del abuelo, de Pedro y de Heidi, consigue caminar, cambiando su vida por completo.
302 Thor
Thor (del nórdico antiguo Þórr, pronunciado /θɔr/) es el dios del trueno y fuerza en la mitología nórdica y germánica. Su papel es complejo ya que tenía influencia en áreas muy diferentes, tales como el clima, las cosechas, la protección, la consagración, la justicia, las lidias, los viajes y las batallas.
Una vez que el proceso de cristianización fue completado, la figura de Thor fue demonizada por la creciente influencia de misioneros cristianos. Después de que el cristianismo se cimentara, restos de su fe se conservaron de forma clandestina principalmente en áreas rurales, sobreviviendo así hasta tiempos modernos en el folclore germano y más recientemente reconstruido bajo diversas formas en el neopaganismo germánico.
301 Elmer Luza
Tritón era hijo de Poseidón y Anfitrite según la Teogonía de Hesíodo. Era el gobernante (poseedor) de las profundidades del mar, que es "terrible" o "poderoso" (δεινός) según el epíteto que le dio Hesíodo. Tritón vivía con sus padres en palacios dorados bajo el agua. Se ha señalado que el palacio dorado de Poseidón estaba ubicado en Egas (Eubea) en un pasaje de la Ilíada de Homero. A diferencia de su padre Poseidón, que siempre es completamente antropomórfico en el arte antiguo (esto solo ha cambiado en la cultura popular moderna), la mitad inferior de Tritón es la de un pez, mientras que la mitad superior se presenta en una figura humana. Tritón en tiempos posteriores se asoció con la posesión de una caracola, que sopló como una trompeta para calmar o elevar las olas. Fue "trompetista y corneta" para Océano y Poseidón. Su sonido era tan cacofónico que, cuando se soplaba en voz alta, hacía huir a los gigantes, quienes lo imaginaban como el rugido de una bestia salvaje oscura. Tritón lleva un tridente en el fragmento Medea de Accius. Tritón se describe como "de color marino", según Ovidio "sus hombros encapuchados con colchas de mar". Ovidio en realidad aquí llama a Tritón "cerulean" en color, para elegir una representación a fin al idioma original (latín: caeruleus); Ovidio también incluye a Tritón, entre otras deidades (Proteo, Egeón, Doris) de ser de este color azul, con cabello verde (viridis), además de describir a los caballos de Tritón como cerúleo.
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